Me basaré, para describir esta afirmación máxima de la nueva era,
en un documental llamado: ¿y tú qué
sabes? Dentro de la madriguera.
Producida por una de las personas destacables que divulgan esta
nueva espiritualidad: Joe Dispenza, doctor en Quiropráctica, bioquímico y
neurocientífico.
Se trata de explicar la mecánica cuántica y comienza planteando
que ahora, los científicos, están descubriendo que la ciencia y la religión van
de la mano y ya no se contraponen como ha sucedido a lo largo de la historia.
Da una visión espiritual del mundo físico, una explicación científica de la
espiritualidad.
A través de experimentos realizados entre protones y electrones,
aporta una forma diferente de concebir el mundo.
Nos dice, que toda la información del universo está
recogida en cada partícula, como un holograma,
Según el documental, debemos cambiar de paradigma entendiendo que
todos estamos conectados y ser conscientes de que lo que una persona piensa
influye en todo, por lo que somos co-creadores del mundo, incluida la materia.
Nos insta a dar por hecho que podemos, por ejemplo, curar a un amigo que se
encuentre a miles de kilómetros, con nuestra intención.
·
La idea principal es que el universo es
holográfico: formado por partículas que interactúan entre sí aun
estando en posiciones diferentes, aunque haya distancia, pero, si hay un
cambio en alguna, incluso de manera aleatoria, seguro que afecta al resto.
-
Esto significa que cuando hemos modificado
nuestra realidad -con una
posibilidad hasta ahora no conocida-, esta estaría
más disponible para que los demás también la elijan.
Con esta teoría se refuerza la
importancia de centrarnos en nosotros mismos, cuanto más mejor, y así
ayudaremos a otras personas, si la atención deja de centrarse en uno mismo ya
no funciona.
·
Tratan sobre física cuántica con
el objetivo de predecir los comportamientos.
Resuelven con varios experimentos, siendo el más famoso el de “la
doble ranura”, en los que las partículas pueden estar en varios lugares a la
vez y hay un elemento que es decisivo para elegir una posición u otra. En el
experimento de la doble ranura lo llaman “el observador”
¿cómo puede afectar esto a la vida del hombre?:
Los sentidos serían los que filtran la información de la realidad que se crea en el cerebro. Allí es donde elegimos una posibilidad que queremos se manifieste en nuestra vida.
-
Según esta teoría la realidad es un infinito
campo invisible de energía, una presencia inteligente, una mente única o dios
que contiene todas las realidades posibles.
- Entonces, si el universo es un holograma, es una ilusión. La realidad es una convicción de creencias, ya no sólo emocionales o afectivas, sino materiales.
Es una base sobre la que el
relativismo coge mucha fuerza en la nueva era, ya que viene de “fuentes
científicas”. Así se justifica el “todo
vale” frente a la moral cristiana basada en una única Verdad.
Me parece interesante destacar que
bajo esta perspectiva no existen dualismos que se contraponen como bien y mal,
el pecado simplemente no existe. La gran protagonista sería la intención con la
que la persona elige eludiendo así la compasión y caridad hacia el otro.
· Otra lectura de la física cuántica La misma partícula está en varios sitios a la vez, lo que implicaría que nosotros también podemos estar en tiempos diferentes. Esto apoya la teoría de la reencarnación, de nuestro yo superior evolucionado y el hecho de la supuesta comunicación que podemos tener con nosotros mismos practicando la meditación (entre otras muchas técnicas)
Al final, se trata de la necesidad del
hombre de tener el control para cambiar la realidad a su gusto, tener el
control del universo en cualquiera de las dimensiones, modos y maneras que nos
imaginemos……¡Qué buena realidad... yo soy dios!
La mayor consecuencia que se produce
cuando comienzas a vivir aplicando esta teoría, la resume esta frase que dice
al final del documental JDispenza:
“Mi
mente examina todos los acontecimientos que deseo que se produzcan. Suceden
hechos en el día que sé que son el resultado de mi creación, así cuanto más lo
hago, se crea una nueva red neuronal en mi cerebro que me hace creer que eso es
posible”
En primer lugar, como ya he mencionado en varias ocasiones, se genera un comportamiento obsesivo por todas las cosas que ocurren en tu día a día. Es lo que, de manera muy habitual, se dice: tenemos que estar en el ahora (hay un libro muy famoso en este ambiente, con prácticas de influencia budista que también lo explica llamado “El poder del ahora” de Eckhart Tolle).
Además, te convences, de que todo el
mundo gira en torno a ti, esto puede resultar perjudicial en varias direcciones
a la vez: egoísmo y culpabilidad, por no poder cambiar muchas veces
aspectos de tu vida, ni tampoco de los demás (siempre porque tú piensas que
deberías cambiarlos, por su bien). Así, el comportamiento obsesivo crece, y se
manifiesta en el propio cerebro, creando nuevas redes neuronales, eso si, pero que van dando
paso a aceptar estas fantasías, realidades inventadas como verdad: programas tu
cerebro para vivir fuera de la realidad.
Como
vemos, el objetivo es el mismo en cualquier disciplina que elijamos.