domingo, 1 de noviembre de 2020

TÚ PUEDES SANAR TU VIDA

 

Todos tenemos nuestra historia de vida, heridas, traumas de la infancia. Enfermedades que nos causan dolor. Y todos queremos sanarnos.

Estas corrientes inciden en una visión holística del ser humano, compuesto por mente, cuerpo y espíritu, todos relacionados entre sí. Según dicen: 

La mente, interpreta con una determinada percepción, basada en creencias adquiridas, 

El espíritu genera emociones acordes a la percepción de la mente, y si estas emociones nos causan dolor y no salen a la luz, se manifiestan en el cuerpo como enfermedad (incluso conflictos de nuestra familia, de familiares fallecidos y vidas pasadas) Cada trauma no resuelto, es decir, mal gestionado, se nos encapsula y hasta que no resolvemos el conflicto emocional no nos sanamos. El cuerpo nos habla.

Siguiente estas corrientes, nos encontramos buscando en nuestro recuerdo – imaginación, historias dramáticas que puedan explicar la situación de vida que tenemos.

Suele pasar que cuanto más dolor hay en la vida de una persona, inversamente proporcional será la historia que supuestamente hay detrás para justificarlo: por ejemplo, alguien que no puede comprometerse, podría tener su origen en un abuelo que quizás abusaba de su padre, así, la persona, habría heredado una “defensa” para no tener acercamiento con nadie ya que su inconsciente asocia la cercanía, el cariño, con abuso. 

Según estas doctrinas, al sacar a la luz la historia originaria, se sanan las relaciones de esa persona, lo más dramático además es que nadie habla de las secuelas ni herramientas para gestionarlo. Se suele huir de toda autoridad en general, y en este caso, como referencia de algún experto en psi

El protagonista en este ejemplo ficticio es el abuelo, pero si por algún motivo, la persona tuviese “resistencias” para aceptarlo, se buscaría el origen en otra historia o incluso en “otra vida”

 Algo interesante a destacar: nunca se nombra al psicólogo como un referente de ayuda vital en este proceso (esto viene por la negación de cualquier tipo de autoridad. Son corriente totalmente auto referenciales).  Generalmente cuando vamos al psicólogo para solucionar algún trauma, nos hace rescatar el motivo que nos hace estancarnos en el dolor que aquello nos causó e ir detectando comportamientos actuales, reacciones que tenemos automáticas ante estímulos que nuestro inconsciente reconoce idénticos al trauma inicial.

 Es cierto que la nueva era no atrae con mentiras, sino con verdades, el problema es, que son mentiras disfrazadas de verdades, es el lobo disfrazado de cordero que cuando las ovejas se han acercado, cuando ya están tan cerca que es imposible alejarse, se descubre y las devora. Cabe recordar que el demonio es mentiroso, sabe que el ser humano está destinado a Dios, al amor, y estamos sedientos de Él.

Lo que los terapeutas de estas pseudoterapias suelen hacer, es una recomendación para que se consulte a alguien “despierto” con mayor estado de conciencia que ayude y guíe en la búsqueda de la historia correcta. Pero no un psicólogo.

Aquí es donde entran en juego grandes nombres de la nueva era como Enric Corbera, o Louise Hey, quienes con libros, conferencias, cursos y terapia individual, ayudan supuestamente a sanar.

E Corbera, (con formación diversa desde Ingeniero Técnico Industrial, hasta Hipnosis Ericksoniana pasando por Psicología) es toda una institución. Creó la llamada Bioneuroemoción, extendida por toda España, EEUU y varios países de Sudamérica. Además, en el instituto que lleva su nombre imparte cursos con varios años de duración, para nuevos terapeutas (que tienen que sanarse previamente ellos mismos en el proceso de formación).

Destacar que toda su enseñanza, se basa en la doctrina de UCDM anteriormente descrita, incluso él es maestro del curso. 

"Soy un investigador incansable en busca de la libertad emocional de las personas"

En la constante búsqueda de conflictos escondidos podremos enfocarlo de varias maneras:

a)       la primera sería asistir a las terapias privadas y/o a la formación que plantean los diferentes “teraupeutas” con el correspondiente desembolso que ello supone. Estamos hablado de mínimo 4 años de formación, más las conferencias, seminarios, consultas privadas…etc que también están disponibles siempre que quieras. Nadie obliga a nada, pero tal como dice el mismo Corbera: “tú eres responsable de tu vida, luego no te quejes “. Además, resulta muy atrayente la idea de poder ayudar a más personas

b)       Si no fuera posible el desembolso que la formación requiere. Encontraremos suficiente material en conferencias online, videos, libros, retiros de fin de semana, seminarios, con el que podamos sanarnos nosotros mismos, porque: “¡podemos hacerlo!” Aun así, si se decide ir por este camino, siempre se encuentra alguna manera de algún tipo de desembolso, en no pocos sitios pueden darte algún tipo de facilidad. 

-          En el proceso de sanación lo primero que se debe tener claro es que todas las situaciones de nuestra vida las hemos heredado. No solamente las enfermedades o actitudes, modos de pensar …. sino los acontecimientos que tenemos, el trabajo, el tipo de parejas, amistades…etc 

-          Una vez asumida la base, hay que estudiar el árbol familiar, con fechas de nacimiento, defunción entre otras muchas características, de cada pariente, con sus correspondientes historias y dramas, porque lo que interesa es sacar a la luz los traumas para no repetirlos inconscientemente. Curioso es que rescatar lo bueno no tiene ningún sentido en este proceso para ser feliz. (todo esto se apoya, según nos cuenta ECorbera, en el pasaje de la biblia en el que dice que: los pecados de los padres se heredarán hasta la cuarta y quinta generación o “quien ha pecado, él o sus padres”)

-          Bien, en este proceso de sanación, en la búsqueda de historias ocultas, seguramente llegará un momento que será imposible controlar los pensamientos, al dar vía libre a la imaginación, es muy probable que llegue a confundirse la realidad, la persona comenzaría a vivir en una mentira, en una ilusión dependiente de estas terapias.

En este ámbito, el demonio se mueve “en su salsa” al no poner barreras y desear encontrar las causas de la enfermedad, por lo que la persona no se plantea la necesidad de discernir, ya que la intención es lo que prima.

-          Esta situación se va agravando, ya que se experimentan emociones relacionadas con esas historias inventadas por lo que resulta más complicado diferenciar lo real de lo que no lo es.

Así, se dejan al descubierto todas las heridas, todo el dolor (y el que se crea con esas realidades que salen de la imaginación). Es frecuente minimizar su importancia y encubrirlas por el bien mayor.

Sin embargo, NO DESAPARECEN, aunque se cansen de decir que sí. Se van a quedar acumuladas, dando lugar a ansiedad, depresión, paranoias y en muchos casos puede llegar a enfermedades mentales más graves como esquizofrenia o bipolaridad debido a la incapacidad de distinguir lo que es real y lo que no.

Una consecuencia, que en este punto me parece importante destacar:  es una búsqueda de la felicidad, donde se sanan errores de percepción que familiares de la persona han tenido y / o tienen, porque si todo es heredado, al final, la propia persona no tiene (supuestamente) culpa de nada malo de lo que la ocurre, solamente la responsabilidad de curar el árbol familiar y se convertirá en el héroe la familia, de los que viven, de los que fallecieron y de los que vendrán.

Y para ello la persona tiene,en este proceso de sanación, la RESPONSABILIDAD de alejarse de ellos, ya que, con sus creencias limitantes y los errores de percepción, pueden confundir a la persona interrumpiendo el proceso y llevarla de nuevo a caer en el error, según Corbera: “ahora no lo entienden, pero algún día lo harán” apoyándose en la frase que Jesús dijo en la cruz “perdónales, Señor, porque no saben lo que hacen”.