domingo, 5 de julio de 2020

UNPLANNED


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Es dura, pero necesaria.
Estamos en los tiempos de “ojos que no ven, corazón que no sienten”.
Si pensamos en el tema del aborto, lo que nos suele venir a la cabeza es política o Iglesia. Así, tan frío enfocamos un tema tan decisivo en la vida de cualquiera, sea o no afectad@, vivimos en sociedad formada por personas y por cuestión de responsabilidad, pienso que no deberíamos quedarnos fuera de esto. No solo por tema sociológico, ideológico o político, sino por humanidad. 
Una verdadera sociedad no se puede construir de manera aislada sin tener en cuenta al otro, y deberíamos saber que nos necesitamos (no en sentido dependencia tóxica). Sin embargo, nuestra sociedad se construye en un marcado individualismo (me viene a la mente un anuncio de una marca famosa de infusiones y té con el eslogan “yoismo” como estado ideal para nuestro bienestar personal) lo que cada uno quiere, siente o le viene bien en cada momento es el timón de cada uno. Y muchos aprovechan esto para su beneficio económico (entre otros).

Volviendo al tema de aborto, me resulta muy llamativo que las personas a favor no quieran informarse del post, ni se permita ver las ecografías con la imagen de un bebé, con el tamaño de una almendrita. No se divulgan tampoco testimonios de médicos abortistas que decidieron dejarlo, ni tampoco imágenes de los pequeños. Para deshumanizar este drama, salen nombres de “científicos expertos” en prensa diciendo que el niño no tiene vida hasta no sé qué mes que, por cierto, cada vez amplían más. Es un problema de manipulación antropológica del hombre, y es que la persona lo es desde el segundo uno que se produce la fecundación, ni antes ni después: es biología, no son creencias; no se puede matar lo que no está vivo, no puede moverse ni crecer lo que no tenga vida, no es interrupción porque nada se reanuda. Las palabras tienen sentido, son importantes y los interesados lo saben.

La mayoría de los abortos son de chicas adolescentes que lógicamente, no suelen estar preparadas para un cambio tan radical de vida, hay millones de razones que llevan a plantearse no dejar a su bebe desarrollarse ni vivir. Me resulta inmoral y cruel juzgar algo tan delicado y complicado, no soy nadie para hacerlo, pero si me gustaría recalcar la responsabilidad de todos, especialmente de los gobernantes pero no sólo de ellos, de propiciar soluciones de todo tipo para ayudar y acompañar a esas mujeres, que no implique matar a un bebe que no puede defenderse.

“Conozco muchas mujeres que se arrepienten de haber abortado, pero ninguna que se arrepienta de no hacerlo” (Jose Ignacio Munilla, Obispo de San Sebastián)
En un artículo, con la intención de defender el aborto pude leer: 
“El derecho a abortar no te obliga a abortar”
Una afirmación, en mi juicio igual de interesante que incompleta, puesto que, si no se tiene toda la información, si se ocultan datos básicos, anula completamente ese derecho que pretenden equiparar con libertad. Para tomar cualquier decisión, se debe saber todos los lados, ese es nuestro verdadero derecho. Y es que pienso que la libertad del hombre, una vez que éste es manipulado, deja de ser libertad, la manipulación tiene como función inducir a la persona para tomar decisiones que otro quiere.

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